Como organización que trabaja por la defensa y promoción de los derechos humanos, particularmente entre los sectores más vulnerables, entendemos que esta ley es fundamental para la democracia porque busca ampliar derechos.
La ley de interrupción voluntaria del embarazo es integral: exige al estado educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal y seguro para no morir.
Cómo organización basada en la fe trabajamos en favor de la vida y de la inclusión y creemos firmemente en la separación de la iglesia del estado.
Esta es una cuestión de salud pública que busca evitar que miles de mujeres mueran por abortos inseguros y que respeta y acompaña la decisión de las personas gestantes independientemente de creencias religiosas.
