BUENOS AIRES / Argentina | IERPcomunica – Este miércoles 8 de mayo falleció en Munro el Pastor Pedro Kalmbach, pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), maestro, catequista y doctor en teología. Se encontraba jugando un partido de basquet, deporte que amaba y disfrutaba con pasión, en el Club Unión con su equipo Chamical y mientras esperaba para ingresar al segundo cuarto se descompensó.
Nació en la Provincia de Misiones, tenía 54 años y un recorrido muy rico como educador cristiano y docente de teología práctica en el ámbito ecuménico del Río de la Plata. Además, militante ecologista comprometido en el cuidado de la creación, la defensa de los Derechos Humanos y los más desprotegidos. Fue promotor y co-coordinador de la Pastoral para la Promoción del Cuidado de la Creación (PPCC) de la IERP y co-coordinador y creador de la Red Ecuménica y Educación Teológica (REET), entre tantas otras tareas destacadas. Estudió Teología en el Instituto Superior Evangélico de Estudios teológicos (ISEDET) y realizó su doctorado en la Escola Superior de Teología (EST) de Sao Leopoldo, Brasil. Fue compañero de vida de Carla y padre de tres hijos.
“Sin lugar a dudas se trata de una muerte vacía de sentido, pero que sin lugar a dudas no podrá jamás derrotar a una vida que sí estuvo llena de valor y sentido”, manifestó el Pastor Presidente de la Iglesia, Pastor Leonardo Schindler, que compartió muchos años de ministerio con Kalmbach en la Provincia de Misiones. Del mismo modo se expresó su hermana Andrea, que en las redes sociales dijo “te fuiste así de la nada y tanta energía que nos brindabas, ahora se suma a la luz de las estrellas para seguir alumbrando desde el infinito, el camino de los que quedamos. Buen viaje hermano querido y pido a las fuerzas del Universo que den abrigo, consuelo y comprensión a nuestras almas que hoy no entienden alguna razón”.
De la misma manera, los y las colegas en el ministerio aún shockeados, agradecen a Pedro por su vida de pastor y amigo, así como la oportunidad de haber contado con su cordialidad, su criteriosidad, su generosidad, su comprensión y su compromiso personal e intelectual, aun en el disenso y en la adversidad. De ese modo, agradecen los años compartidos, que ha sido una bendición enorme en el caminar de la vida, por la iglesia y los tiempos que transcurren. “La dedicación y la disciplina de trabajo que siempre caracterizaron a Pedro nos desafían a seguir adelante con diferentes proyectos en los que su participación ha sido vital y que su sostén en el tiempo habrán de dar cuenta de la vigencia de sus ideales en nuestras luchas y en nuestros trabajos y ministerios”, expresaron desde el Cuerpo Ministerial de la IERP.