Desiderio es agente sanitario, y es una de las personas con las que trabajamos el proyecto de abordaje de las violencias en comunidades Mbya y de acceso a la justicia. Otra dimensión del trabajo conjunto tiene que ver con necesidades inmediatas y básicas de alimentación. Es por eso que acompañamos a las comunidades con el financiamiento del arado de parcelas para prepararlas para la producción de alimentos.
Las comunidades indígenas, y en particular el pueblo Mbya, se encuentran en un momento histórico de gran complejidad. Los últimos 25 años han sido de profundización de un modelo agroindustrial extensivo. Concentrado en manos de grandes empresas productoras, el desmonte llega hasta a las puertas de las comunidades originarias, invade sus tierras y en muchas ocasiones las desplaza. La realidad de los pueblos indígenas está atravesada por derechos vulnerados y necesidades sin respuesta.
Frente a este escenario las comunidades se ven obligadas desarrollar nuevas estrategias y capacidades: desde las más inmediatas y básicas, hasta las que se vinculan con su organización política y participación e incidencia pública. Es urgente una reparación histórica de las injusticias que estos pueblos sufren desde hace más de 500 años. Injusticias, cuya responsabilidad histórica está muy relacionada con la expansión de la religión cristiana en América latina. Es por eso que las personas cristianas debemos redoblar esfuerzos por ser parte de la solución.