La licenciada Andrea Fogel, futura vicedirectora del Instituto Evangélico Luis Siegel, contó que desde hace cinco años trabajan la ESI como eje institucional en la escuela. En este marco abren espacios de diálogo con las familias, enseñan a sus alumnos y alumnas a escuchar activamente y les brindan herramientas para construir proyectos de vida basados en vínculos libres de violencia.
Buenos Aires, 5 de agosto de 2019. En diálogo con la Fundación Hora de Obrar, la actual coordinadora del equipo de orientación escolar del Instituto Luis Siegel, perteneciente a la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires de la Iglesia Protestante del Río de la Plata (IERP), relató cómo trabajan la ESI con alumnos, alumnas y sus familias.
¿Desde cuándo aplican ESI en el instituto?
En la escuela siempre se trabajó la ESI. Al principio en el marco de la currícula obligatoria y de manera más centrada en lo biológico. Fue recién a partir de 2014 y 2015 que empezamos a trabajarla de manera unificada como un eje transversal a nivel institucional. Esto significa darle una dimensión más compleja y trabajar con toda la comunidad educativa abordando diferentes temas como los derechos, la convivencia, el cuidado del cuerpo. El puntapié para abordarla como eje institucional fue un Día de Puertas Abiertas con el lema “ESI en nuestra escuela”, en el que los chicos y chicas mostraron el trabajo realizado durante el año.
¿Cómo abordaron este desafío como comunidad educativa?
La apertura se fue dando de a poco y hubo un acompañamiento desde el Ministerio de Educación con talleres de formación para los docentes, equipos directivos y de orientación escolar donde se planteó desde dónde y cómo aplicar la ESI en las instituciones educativas. Al comienzo generó un poco de resistencia porque estábamos hablando de temas tabú. Pero desde el instituto creemos que la escuela debe generar espacios de debate en un contexto democrático. Primero escuchamos a los estudiantes como sujetos de derecho y porque nos regimos por ley de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, sustentados en el principio del interés superior del niño. Luego incorporamos a las familias.
¿Cómo es esta labor con las familias?
No se puede trabajar desde veredas opuestas. Se trata de poder abrir un diálogo intergeneracional. Buscamos acercar a jóvenes y adultos para que puedan entenderse: entrevistamos a las familias, hacemos clases abiertas y talleres para padres y madres. Buscamos entender sus temores que, en muchos casos, se originan en tabúes que no han podido ser puestos en palabras. Entonces nosotros les abrimos el espacio para poder hacerlo.
Y ¿cómo es el trabajo con los y las jóvenes?
Les enseñamos a practicar la escucha activa. Por ejemplo con Fundación Hora de Obrar llevamos adelante un programa de capacitación y hoy tenemos alumnos de quinto y sexto año que son promotores de ESI. Para serlo necesitaron aprender a escuchar al otro aunque no compartan la misma idea y poder llevarles un mensaje.
¿Cuál crees que es el mayor aporte que hace la ESI?
Brinda elementos para poder construir un proyecto de vida. Ofrece herramientas para que los y las alumnas se puedan encontrarse a sí mismos y, desde ese autoconocimiento, construir y vincularse con otros de manera saludable y sin violencias. Eso es la ESI y por ello resulta tan importante su aplicación.
Fogel participará del conversatorio en el marco de la Mesa de Colegios Evangélicos por la ESI, este jueves 8 de agosto, desde las 14.30, en la sede de la IERP (Sucre 2855, CABA).