¿Sabías que un árbol es capaz de limpiar nuestro aire absorbiendo 22 kilos de dióxido de carbono por año y liberando oxígeno a cambio? La variedad de alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua que bebemos de nuestros ríos, arroyos o aguas subterráneas y el clima que hace posible nuestra vida en el planeta, no existirían sin los servicios de la naturaleza.
Hoy, 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente, es la fecha más importante en el calendario oficial de las Naciones Unidas para el cuidado de nuestra casa común. Este año el énfasis es la protección de la #biodiversidad. Hoy la Tierra claramente nos pide que actuemos. La naturaleza sufre.
Los incendios de este verano en Australia, Brasil y aquí mismo en Argentina, los mayores registros de calor terrestre, la actual sequía y bajante de nuestros ríos Paraná y Uruguay nos demuestran que el #CambioClimático representa el mayor desafío para el futuro de la humanidad y los sistemas de soporte vital que hacen que nuestro mundo sea habitable.
Los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos, como el COVID 19. De hecho una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses y de ellas, el 75% provienen de animales.
Instituciones y personas debemos actuar con decisión para proteger nuestra región, país, provincia o ciudad tanto del coronavirus, como de la amenaza existencial de las perturbaciones climáticas. Desde la Fundación Protestante Hora de Obrar de la Iglesia Evangélica del Rio de la Plata tenemos el compromiso institucional del cuidado de la creación, de promocionar un desarrollo ambiental. En este sentido se presenta el proyecto #CreceSelvaMisionera para reforestar de árboles nativos en bordes de arroyos y áreas degradas de la provincia de Misiones en Argentina y contribuir a mitigar el cambio climático. Hasta el 2023 acompañaremos a pequeños productores en 17 municipios para que puedan recuperar bosque. Un tarea necesaria para filtrar la escorrentía del agua de lluvia y mantener los caudales de los arroyos, para la conservación, la conectividad de las áreas de bosque y la fijación de carbono.
Necesitamos una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Necesitamos convertir la recuperación en una verdadera oportunidad de hacer lo correcto en el futuro. Promovamos la armonía con la naturaleza y la Tierra y cuando salgamos de esta pandemia levantémonos en un llamado unido por la creatividad, la innovación, la ambición y la valentía que necesitamos para enfrentar nuestra crisis climática y aprovechar las enormes oportunidades de un futuro sin carbono.
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